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Génesis de la Masonería

  
Algunos intencionadamente afirman que fue creada a principios del Siglo XVIII con una Constitución y Límites elaborados por los clérigos protestantes, con fines de cristianizar la Francmasonería y ponerla al servicio de los intereses de la monarquía constitucional inglesa que se apoyaba en la Santa Alianza Conservadora que se formó a raíz del Golpe de Estado de Guillermo Orange en 1688. Pero ese fue el hito que ha marcado a fuego el accionar de la Masonería regular y Anglosajona, pero no fue el origen de la Masonería. En realidad nadie sabe a ciencia cierta cuándo, por qué y dónde se originó la masonería. Lo que sí sabemos es que la historia de la masonería está íntimamente ligada a la historia de los constructores, arquitectos y albañiles de la antigüedad.

El origen de la Masonería, obviamente no con ese nombre, se pierde en la remota antigüedad ya que desde tiempos inmemoriales el hombre es constructor y muchos de sus secretos se perdieron en la noche del tiempo, o que fueron guardados y transmitidos a través de las escuelas iniciáticas. Ha sobrevivido a las tragedias sociales, al despotismo y a las revoluciones, y esto es porque ha sabido instruir a los hombres y vincular a los pueblos, basándose en el respeto. La historia de sus cambios es la del género humano, y señala tres grandes épocas.

La primera comprende los tiempos antiguos, probablemente para conservar y transmitir los secretos de una civilización perdida debieron agruparse los ilustrados en escuelas iniciáticas, probablemente las primeras se establecieron en sumeria y la India, estas escuelas transmitieron posteriormente las ciencias y las artes a Egipto, China, Grecia e Italia. Consistían sus misterios en la geometría, astronomía y en el arte de gobernar a los hombres. Ella brilló con Hammurabi, Zoroastro y Confucio, consagrando los principios de moral que después enseñaron sabios legisladores; floreció con Sócrates y Platón, y bajo el emperador Marco Aurelio; y se eclipsó junto a la gloria de Roma.

En Roma con el cristianismo se conservaron los conocimientos traídos de Grecia, durante tres siglos, mientras la confraternidad, y la comunidad de bienes fueron enseñadas por el Evangelio, y predicadas por los apóstoles. Pereciendo casi enteramente bajo Constantino, con las disputas teológicas y políticas cristalizadas en el concilio de Nicea. Empezó entonces la época de las matanzas prolongadas y quemas de libros durante doce siglos sin interrupción; cubriéndose la tierra de sangre y de tinieblas.

En esta etapa, en Gran Bretaña y los reinos Visigodos, los collegio romanos y gremios desempeñaron un papel similar al de los monasterios, acogiendo una serie de conocimientos que corrían el peligro de perderse en una época de guerras por el poder, de persecución de ideas ajenas a las ortodoxas, de incendios que devastaban templos y bibliotecas. Aquellos conocimientos tenían un contenido indudablemente científico, y resultaban en aquellos siglos incomprensibles para quienes vivían inmersos en el ambiente de oscura intolerancia que impregnaba la vida medieval.




En una segunda etapa nace la Masonería operativa, aparece el primer indicio de su existencia, en el siglo XIII, cuando grupos de albañiles (en francés, maçons) que querían emanciparse de la tutela de los frailes, en especial los benedictinos, constituyeron gremios que llegaron a monopolizar la construcción. Para conservar los secretos y las técnicas del gótico instituyeron tres grados: aprendiz, compañero y maestro e implantaron ceremonias de iniciación y de fidelidad. 

Estas Hermandades establecieron las primeras constituciones góticas al servicio de sus miembros. Dos textos de finales del siglo XIV y principios del XV se refieren a los orígenes míticos: “Regius” (que relata un supuesto viaje de Euclides a Egipto donde fundaría una escuela de geometría y construcción) y “Cooke” (la historia del arte de la construcción antes del Diluvio Universal). Cuando en el siglo XV en que renacieron las letras, había que reedificarlo todo: era preciso devolver a los hombres el conocimiento de las ciencias y las artes y transformar el mundo. Con el descubrimiento de la imprenta, recobró su imperio la razón cuyas lecciones eran oídas.


La tercera tapa se inicia el 24 de Junio de 1717, en Londres, cuando nace la Masonería especulativa que ahora conocemos, cuando se forma la Gran Logia de Inglaterra. La finalidad de la Masonería ya no es construir templos, sino que es una Orden, una Institución iniciática, filosófica, científica y filantrópica, dedicada a formar personas.

Los pueblos de la antigüedad


El origen se remonta a los pueblos de la antigüedad, en los que era costumbre la enseñanza secreta de la Arquitectura Sagrada para la construcción de Templos consagrados al culto de sus Dioses. Para ello se formaba en las ciencias y las artes a una minoría de iniciados, que luego de superar pruebas en sus estudios para confirmar su vocación, se les enseñaba conocimientos especiales. Todo esto, velado por el misterio, para los profanos. Sus lineamientos seguían los dictados de la Geometría, su orientación la Astronomía y sus ideales eran tomados de la Naturaleza. Quizás atesoraban los conocimientos de una civilización anterior.


Por ejemplo; en el Asia Menor, un grupo de griegos hace tres mil años, establecieron los Misterios de Baco. Esos arquitectos y constructores edificaron todos los monumentos, templos, palacios y edificios públicos de Siria, Persia y la India. Sus trabajos y ceremonias eran similares a la de los Francmasones del siglo XVII. Tenían sus iniciaciones, en los que conferían palabras y signos de reconocimiento; sus comunidades denominadas Colegios, Sínodos, o Sociedades, eran equivalentes a Logias, donde realizaban sus estudios como hoy sería una Universidad. Cada una de éstas era dirigida por un Presidente que elegían anualmente. En sus ceremonias secretas se servían, simbólicamente, de los útiles de su profesión. Tenían banquetes y asambleas generales en las que otorgaban premios a sus más hábiles obreros. Los más ricos entre ellos, debían socorro y asistencia a los indigentes y enfermos.

Los adeptos judíos estaban ligados con organizaciones que se extendían fuera de Judea. La Biblia los muestra confundiéndose con los Tirios y fenicios, a pesar de la habitual repulsión de los israelitas hacia los extranjeros. Los obreros que edificaron el Templo de Salomón, se reconocían entre sí por medio de palabras y signos secretos. La unión de constructores de los distintos pueblos se vio más ligada en Judea, como lo prueba la cooperación del Rey de Tiro, que proporcionó obreros para el Templo de Salomón, y la del Arquitecto fenicio Hiram, que dirigió los trabajos.

Según Josefo, el Templo de Salomón fue construido bajo el mismo plano, con la misma idea y el mismo Arquitecto, que el Templo de Hércules y Astarté en Tiro.

Existía además en Judea, una antigua sociedad religiosa, la secta de los Esenios, que se remontaba desde mucho antes de la construcción del Templo de Salomón, la que cooperó en la edificación de ese edificio y adorno de sus pórticos. Las comunidades esenias, en cuyos misterios se supone fue iniciado Jesús, conservaban con gran secreto su saber. Tenían sus grados de iniciación. Los aspirantes eran sometidos a tres años de prueba e instrucción y, después de su recepción, los decoraban con un mandil blanco.

Los colegios romanos

Los más remotos antecedentes occidentales de las corporaciones de oficio se sitúan en los collegia romanos, en donde se enseñaban los conocimientos para trabajar en un oficio. Eran asociaciones de tipo voluntario conformadas por quienes ocupaban un lugar bajo dentro de la sociedad romana, como lo eran los hombres libres o esclavos de la misma profesión, para velar por los intereses comunes. Todavía se conservan restos de la antigua legislación en materia de los grados de profesionalización de los asociados. 

Monumento funerario a Lucio Alfio, Maestro de Obras de Aquila, siglo III, Italia

Las tradiciones Judaicas y la corriente Pitagórica fueron asimiladas por estos Colegios asignados a las Legiones Romanas que estuvieron acantonadas en el Medio Oriente. Estas asociaciones gozaban del derecho de formarse sus reglamentos propios y de concluir contratos seculares y religiosos, disfrutaban la inmunidad de las contribuciones, franquicia que se extendió durante la Edad Media dando origen a la denominación de masones libres.

Las colonizaciones Romanas fueron llevadas a cabo por las Legiones del ejército, a cada Legión de agregaba un Colegio, a la que acompañaba en sus campañas, cuando colonizaba permanecía en la colonia para sembrar la semilla de la civilización romana, construyendo caminos, acueductos, cuarteles, casas y templos.

La política romana penduló entre permisibilidad y la prohibición, hasta que fueron intervenidos por la Administración Pública como forma de controlar los contratos colectivos de trabajo en áreas sensiblemente vitales para el Imperio. Como compensación por este intervencionismo estatal, los colegios artesanales gozaron del privilegio de exención del servicio militar, de ciertos impuestos y de todo servicio público. (1)

Sus miembros se reunían en fechas determinadas, en los lugares de asamblea denominados «scholae». Tenían sus propios templos, instituciones y costumbres religiosas (por ejemplo, el culto al dios Jano o las festividades de los solsticios. Sin embargo, el intervencionismo acabó por anquilosar la fuerza productiva de los «collegia» y entraron en decadencia.  

Constituciones Góticas


Las primeras informaciones que se conocen, con respecto a formaciones de Cuerpos Directivos de la hermandad, se hallan en las llamadas «Constituciones Góticas», nombradas así por hallarse escritas en caracteres góticos, y según los cuales, San Albano el mártir de Bretaña (hoy Inglaterra), obtuvo, en el año 287, de manos del Emperador Romano Carausius permiso escrito o «Decreto» para «reunir los masones en un Concilio General ». En las mismas se consideraba al hombre ya no como un elemento del régimen patriarcal de la Edad Media, sino como un miembro de un gremio necesario y beneficioso para la sociedad.

Cuando los romanos abandonaron la Gran Bretaña, el progreso de la masonería fue descuidado. No obstante en 1721 Anderson tomó estas Constituciones Góticas, el Poema Regio de 1390 y el Manuscrito de Cooke de 1410, como base para redactar las Ordenanzas Generales de la Masonería Moderna. La adaptará a los nuevos tiempos de la ilustración donde se impondrá una concepción laica  y antropocéntrica. El hombre vale como individuo y no como integrante de un gremio.

Con la introducción del Cristianismo en Inglaterra, los Benedictinos empezaron a formar obreros para la construcción agrupándolos en gremios. En el año 557 llegó a Inglaterra el Benedictino San Agustín de Canterbury y tomó la masonería bajo su protección. Siendo él «cabeza de la hermandad», se construyeron: la antigua Catedral de Canterbury en el año 600; la de Rochester en el 602; la de San Pablo, en Londres, en el año 604; la de San Pedro, en Westminster, en el año 605 y muchas otras. Maravillado por las obras, el papa Bonifacio IV les liberó, en 604, de todas las cargas locales y de los delitos regionales. En adelante, los albañiles podrán atravesar muy fácilmente las fronteras y viajar con pocos gastos.

En el año 926, el Príncipe Edwin merced a un permiso real, reunió varias veces la Fraternidad en York. No se puede considerar estas Asambleas como el origen de las Grandes Logias aunque concurrían todos los afiliados sin distinción de grados. Asimismo, cualquier hermano que pudiera pagar sus derechos, tenía autorización para crear y dirigir Logias, según los reglamentos acordados por la Asamblea del Príncipe Edwin, con facultad de iniciar hermanos. La Constitución de York detalla franquicias otorgadas por el Rey Athelstan en esa ciudad. (Este documento es hoy considerado como la Constitución más antigua conocida, de sociedades masónicas). Las Asambleas Generales establecidas en el año 926 subsistieron por siglos, con reuniones anuales en York.

Del siglo XI al siglo XVII, los masones operativos se dedicaron a la edificación de los grandes puentes, monumentos, catedrales y palacios de Europa. Las encargaban los nobles y sus monarquías y la iglesia, que eran dueños de tierras y voluntades. Para su subsistencia y la de sus vasallos se trabajaba la tierra. Para ello, no se necesitaba instrucción, conocimiento, sólo experiencia. Pero para las construcciones, grupos de obreros calificados recorrían Europa y eran contratados para satisfacer sus ambiciones.

El término "Freestone-mason" aparece por vez primera para designar a los canteros en Inglaterra en 1360, en documentos del reinado del Rey Eduardo I. Se fija en ellos la escala de salarios, deberes y mutuas obligaciones de contratantes y contratados. Estos contratos fueron la base de Io que hoy conocemos como convenios sindicales. Las logias que agrupaban a esos trabajadores profesionales, forzaron que aparecieran documentos o Cartas tales como:
·        Carta Magna de 1245, de Juan Sin Tierra, con 65 artículos.
·        Manuscrito o Reglamento de Halliwell, de aprox. 1350.
·        Manifiesto Cooke: aprox. años 1410/1420.
·        Reglamento de los Canteros (u Ordenanzas) de Estrasburgo: Año 1459. Definen derechos y obligaciones de patrono y contratados. Vivienda para sus familias, alimentación, ropa, escolaridad para los menores, todo por un plazo preacordado de 25 años, a cambio de la construcción de la famosa catedral de esa ciudad.



Resumiendo: así aparecen corporaciones de constructores masones integrados en guildas o logias a Io largo y ancho de toda Europa en esos siglos del X al XVII.

La Edad Media

Para su subsistencia y la de sus vasallos se trabajaba la tierra. Para ello, no se necesitaba instrucción, conocimiento, sólo experiencia. Pero para las construcciones, grupos de obreros calificados recorrían Europa y eran contratados para satisfacer sus ambiciones evitar que el elemento clerical se infiltrase entre su gente cuando ésta tenía que cambiar de lugar en su trabajo. Dada su relación con la Iglesia, basaron todos sus ceremoniales en la Biblia, y dado que eran constructores, recurrían frecuentemente al único pasaje bíblico que detalla un proceso de construcción: la construcción del Templo de Salomón. Las Logias eran escuelas profesionales y técnicas donde se enseñaba cálculo, geometría, física, a leer los planos, cuando la mayoría de la gente era analfabeta.

Los masones operativos se dividían en Maestros, Compañeros y Aprendices. El lugar donde se reunían se llamaba «Hutte» (casa pequeña, Logia). Empleaban de una manera emblemática los útiles de su profesión (la Escuadra, el Compás y el Nivel) y los llevaban consigo como insignias. Los Aprendices, Compañeros y Maestros eran recibidos en la Sociedad con ciertas ceremonias en la que intervenía el secreto más profundo; admitían, como afiliados libres, algunas personas de confianza que no pertenecían al oficio de masón pero que podían ser útiles a los asociados en su calidad de sabios, profesores, artistas, protectores, defensores, etc., y los distinguían como aceptados del gremio o sea el elemento intelectual.

El objeto principal de la agrupación era la defensa de los intereses de sus miembros y comprendía entre estos intereses, el monopolio, la conservación y perfeccionamiento del oficio, la ayuda mutua entre los agremiados y la defensa contra el régimen teológico-feudal. Los masones operativos eran hostigados y perseguidos por el clero, que atentaba continuamente contra sus intereses, pues eran los empleadores en la construcción de Catedrales y querían pagar lo menos posible.




En contraposición, los clérigos romanos crearon unas CORPORACIONES SEMIMONASTICAS denominadas “COFRADIAS”, con el objeto de controlar religiosamente a los operarios y directores de las construcciones monumentales de su época. Se reclutaba entre los obreros especializados a maestros de obras, arquitectos, pintores y escultores, por un lado y por el otro lado a patronos nobles, influyentes, ricos y piadosos, so pretexto de ayuda mutua, educación moral y enseñanza primaria, perfeccionamiento de la construcción. Los clérigos jugaban el papel de directores intelectuales. A los obreros se les enseñaba a ser fieles a sus patronos y al capataz, obedecer ciegamente las órdenes de sus superiores, trabajar de sol a sol, por un jornal lo más bajo posible, no mentir, no falsear, no protestar, no revelar secretos del maestro, asistir a las ceremonias religiosas durante el tiempo de descanso, etc.


La Logia más antigua de la cual se tienen registros escritos es la Mary’s Chapel Nº 1, de Edinburgo. Un acta fechada en 1599 es cuidadosamente conservada en la Gran Logia de Escocia, pero hay consenso entre los historiadores de la Masonería en considerar que el grupo de constructores que operaron para construir la Catedral de Estrasburgo estaban integrados en forma de Logia.


El comienzo de la Masonería Progresista

Las persecuciones de la Inquisición obligaron a los masones a cambiar de táctica de lucha el final del Siglo XV modernizándola de acuerdo con la época. Algunos formaron Logias Masónicas que se encargaron de la lucha contra el feudalismo dejando a cargo de los gremios únicamente de la defensa de los intereses del oficio. Así nació una Masonería Progresista, luchando contra la explotación de la ignorancia.

La Academia de Arquitectura de Milán nació en el año de 1484, en Milán -Italia- impulsado por iniciativa del LEONARDO DA VINCI y luego surgieron de allí las Logias Progresistas. La Academia fue llevada a Francia e instalada por el mismo Leonardo en el año de 1517 durante su permanencia en París, en calidad de invitado de Francisco I. En 1519 la muerte sorprendió a Leonardo; pero sus discípulos continuaron su labor y en el año de 1523 apareció la primera Constitución de la agrupación Francmasónica que conocemos con la denominación de LIMITES ANTIGUOS DE LA FRANCMASONERIA.

La Constitución elaborada en París se conservó en calidad de LÍMITES hasta nuestros días, salvo muy leves modificaciones. Los Limites de la Francmasonería Progresista son esencialmente diferentes de los que aparecieron posteriormente, a principios del Siglo XVIII, elaborados por los clérigos protestantes, presbiterianos con fines de cristianizar la Francmasonería y ponerla al servicio de los intereses de la monarquía constitucional inglesa.

El progreso de las artes y de las ciencias por una parte, la rebelión protestante contra los dogmas de fe y la corrupción del clero católico por otra parte, minaron el poder del papado. Pablo II alarmado ante esta situación, resolvió organizar una contraofensiva para recuperar la posición perdida y acepta el plan de Ignacio de Loyola de crear una agrupación técnica y científica parecida a la Francmasonería; pero al servicio exclusivo e incondicional de los pontífices romanos.

En 1540, se fundó la Compañía de Jesús y fue elegido como General de la Orden de la Compañía de Jesús ad vitam, a Ignacio de Loyola. Tras la Bula de fundación de la Orden de los Jesuitas, otra que estableció en 1542, un Tribunal Supremo de la Inquisición independiente de los Tribunales Civiles y eclesiásticos, encargado de informar, juzgar y condenar a todos los herejes hasta la pena de muerte y confiscación de los bienes.

Se encendieron hogueras en toda Italia y en pocos años fueron exterminados los francmasones y luego la persecución se extendió en Europa, por lo que el centro de las actividades Masónicas se trasladó a Inglaterra a mediados del Siglo XVI.

En Inglaterra Tomas Moro en su obra «El librito de oro sobre la mejor constitución del Estado y sobre la nueva isla de Utopía», que nació a raíz de su intercambio de conocimientos y prácticas con los primeros francmasones en Italia y en Francia, analiza el proceso de la acumulación primitiva de la riqueza en Inglaterra y atribuye la pobreza de los trabajadores del campo, a causas derivadas de la costumbre de cercar las tierras. Esta costumbre originó la división de la población en clases privilegiadas y no privilegiadas, ricas y pobres. Considera como remedio de este mal la abolición del régimen de clases, la destrucción de la propiedad privada, el establecimiento del control del Estado sobre la producción y la distribución de la fuerza obrera entre los centros de producción y la educación para todos los miembros de la sociedad.

Para mayor claridad de su concepto, determina que el Estado, capacitado para controlar la producción, debe ser compuesto por autoridades elegibles, es decir, republicano y democrático.

Tomas Moro fue el promotor de la Francmasonería inglesa, e influyó poderosamente sobre el desarrollo del concepto filosófico materialista de Francis Bacon (1561-1626), quien fuera uno de los primeros en separar el pensamiento religioso del científico. Sus obras, el «Novum Organum» y «La Nueva Atlántida» fueron libros fundamentales en la elaboración de las doctrinas masónicas en el siglo XVII.

El asesinato de Tomás Moro, ordenado por el rey a petición del clérigo anglicano Tomás Crammer, marca el principio de la revolución en Inglaterra. La Francmasonería, que representaba la corriente científico-naturalista, significaba la intensificación del desarrollo de la industria y el comercio. Los industriales buscaban el perfeccionamiento de los métodos de producción y necesitaban inventos y descubrimientos científicos para ensanchar los campos de la actividad industrial. Y era la Francmasonería la única agrupación de entonces que podía proporcionar este servicio.

En 1603 subió al trono de Inglaterra Jacobo VI de Escocia, hijo de María Estuardo, adoptando el nombre de Jacobo I (1603-1625). Este rey se rodeó de políticos escoceses de extracción monárquica absolutista, tradicionalmente hostiles a las costumbres liberales de los ingleses y enemigos del Parlamento. La agitación antimonárquica se extendió por toda la isla y las agrupaciones francmasónicas dirigieron el movimiento. La filosofía de Francis Bacon se propagaba por todas partes entre el pueblo descontento y se oponía a la filosofía de los feudales. En 1642 se inició la guerra civil en pro del régimen republicano de Inglaterra.

En 1606 hubo un conflicto entre las familias de la Nobleza de Venecia y el papado que se solucionó, pero que hizo que se dividieran y parte de las familias emigran a Holanda y luego a Londres creando la Banca Holandesa y luego intervinieron en el imperio Británico.

En el año 1651, cuando se consolidó la República en Gran Bretaña y Carlos II huyó a Holanda, la Francmasonería inglesa se reunió en Londres, para proclamar al triunfante Oliver Cromwell como su máximo dirigente. En esta reunión se adoptaron los Principios básicos de la Francmasonería, aprobados en París en 1523, con unos muy pocos cambios y se les dio la denominación de Carta de Constitución de la Francmasonería Inglesa, siendo en adelante reconocidos como Límites o Landmarks. La intención inicial era, de común acuerdo con Cromwell, promover la laicidad y la República en Inglaterra.

Dicho sea de paso, la reforma inglesa de 1651 modificó el artículo 10 de los Principios básicos de la Francmasonería, añadiéndole los siguientes:
·        Por la implantación de la educación laica en las escuelas;
·        Por la abolición de la esclavitud humana; y
·        Por la abolición de la monarquía y el establecimiento de la república.

La proclamación de la lucha contra las monarquías y el reconocimiento del régimen republicano como ideal, tuvieron gran influencia en las luchas políticas de Europa y originó la idea de la fundación de las Repúblicas Latinoamericanas.

Durante el protectorado de Cromwell, el gobierno de la República logró normalizar el país económicamente, se preocupó por el desarrollo de la industria y del comercio, dedicó atención especial al mejoramiento de la flota de guerra y mercante, aseguró el dominio de los mares, restableció las relaciones casi con todos los países europeos, aseguró la libertad de conciencia para todas las sectas protestantes.

Pero el día 3 de Septiembre de 1658 murió el Protector de la República y su hijo Ricardo lo sucedió en virtud del nombramiento a su favor, hecho por el Consejo de Estado. Ricardo no tenía la experiencia para gobernar un pueblo. Los enemigos de la República aprovecharon esto y, apoderándose del gobierno, lo hicieron abandonar el protectorado, lo que dio origen a la liquidación de la República y a la restauración de la monarquía de los Estuardo. Los francmasones y todos sus aliados progresistas nuevamente quedaron en la situación de perseguidos; pero esta vez las persecuciones estuvieron mejor organizadas, fueron más feroces y terroríficas.

Cuando los francmasones y sus aliados preparaban una revolución para terminar con la tiranía de los Estuardo y establecer una nueva república, los episcopales y los calvinistas resolvieron conciliar sus intereses y convinieron en invitar al protector de los calvinistas holandeses, Guillermo de Orange, a posesionarse del trono inglés, derrocando a su suegro Jacobo II, con un muy bien pertrechado ejercito Holandés.

Guillermo de Orange, convocó a una Convención que desconoció a los Estuardos, y ocupó el puesto vacante con el nombre de Guillermo II, previo reconocimiento de la supremacía del parlamento de parte del Rey, haciendo constar la promesa de una declaración de derechos, que sirvió de base a una nueva constitución.

La transformación del nuevo régimen hecha por los soldados holandeses, en complicidad con los calvinistas y episcopales, fue proclamada por los nuevos gobernantes como "la revolución gloriosa".

La revolución de 1688, "la revolución gloriosa", instauró el modelo constitucional de la vida política inglesa que ha persistido hasta el presente. Estableció la soberanía parlamentaria por encima de la corona. El parlamento instituyó un rey y regulaba el derecho de sucesión al trono. En la política exterior el parlamento decía la última palabra. Se aprobó una "Bill of Right" (Ley de Derechos) la que negaba enfáticamente el derecho real de suspender las acciones del parlamento o de interferir en el curso normal de la justicia.

Se estableció, por ley, la tolerancia religiosa y la libertad a partir del arresto arbitrario; se puso fin a la censura de prensa. El rey debía convocar al parlamento cada año, porque no podía pagar o controlar sus fuerzas armadas sin su consentimiento.

La fundación del Banco de Inglaterra en 1694 fue un acontecimiento importante en la historia de las finanzas públicas del país. Durante todo el siglo siguiente, la riqueza de Inglaterra y su poder marítimo concedieron al reino de la isla un notable poder más allá de sus áreas y poblaciones. La revolución también favoreció indirectamente la unificación de las Islas Británicas - Inglaterra, Irlanda y Escocia.

La revolución de 1640 y la gloriosa revolución de 1688 constituyeron las primeras en poner fin a la monarquía absoluta de derecho divino y eventualmente quitaron el control del gobierno a la nobleza. Derechos inalienables, gobierno por consenso, separación de poderes, el derecho de revolución fueron las ideas esenciales. La corona pasó a la Casa Hannover en 1714 y ellos y sus partidarios no solo cambiaron el rumbo de la Orden sino que además falsearon su historia y la propagaron en función de sus intereses imperiales.

A lo largo del siglo XVIII, en el viejo continente se pone de moda todo lo inglés, y en parte esto facilita la rápida creación de Logias en Europa

Estas fueron las ideas que parecieron en sí verdades evidentes para los norteamericanos en 1776 y para los franceses en 1789 y que crearon un nexo entre las revoluciones inglesa, norteamericana y francesa.


El paso de Masones Operativos a Especulativos

A finales del siglo XVI los gremios estaban a punto de desaparecer tras la entrada del estilo renacentista que los había sacado del mercado. En el siglo XVI la construcción de catedrales, grandes monumentos y palacios empiezan a dejar de ser la aspiración máxima de las clases dominantes, es decir, el clero y la nobleza (entre otras razones porque no podan financiarse). Al mismo tiempo, las necesidades de obras menores y obras civiles aumentaban considerablemente debido al advenimiento de la burguesa. Se construía más, pero no se necesitaban para estas obras los grandes conocimientos de los Masones tradicionales. Consecuentemente, las Logias de los Masones operativos empezaron a languidecer debido a la falta de encargos. Deseosos de conservar su organización, dado que la fraternidad no solo les ofrecía seguridad en el empleo sino un estatus en la sociedad, comenzaron a adoptar miembros honorarios, personas ricas e influyentes que aceptaban entre sus filas y que les servían de tutela y protección frente a la nueva competencia.

Es durante este largo período de casi dos siglos de decadencia de la Masonería llamada Operativa que se gesta, de manera totalmente fortuita y no premeditada, la otra Masonería llamada Especulativa, que es la que actualmente conocemos. En efecto, en estas Logias en declive de Masones operativos empiezan a admitirse personas de relieve social, intelectuales, artistas, etc. que, sin estar directamente vinculadas con el mundo de la construcción, se interesan por el valor pedagógico, moral e intelectual que estas Logias, por su especial metodología de trabajo, detenta.

En el año 1682, la Logia de «San Pablo», en Londres, (hoy «La Antigüedad Nº 2) acordó una decisión que cambió enteramente la faz de la Sociedad, decretando lo siguiente: LOS PRIVILEGIOS DE LA MASONERÍA NO SERÁN, EN LO SUCESIVO, PATRIMONIO EXCLUSIVO DE LOS MASONES CONSTRUCTORES; CUALQUIERA OTRA PERSONA, AUNQUE SEA DE DIFERENTE PROFESIÓN, TENDRÁ DERECHO A OPTAR A ELLOS, CON TAL QUE SEA REGULARMENTE APROBADA E INICIADA EN LA ORDEN.

Es por esto que la decisión tomada por la Logia «San Pablo», fue de gran importancia para la masonería al acordar que cualquiera otra persona podía ingresar a ella siempre que fuera aprobado e iniciado en la Orden, lo que llevaría a la Institución: fuerza, cohesión y selección. Hay que aceptar que lo fundamental de esta decisión, es que sienta las bases inconmovibles para que 35 años después, la Orden Masónica se transforme de Operativa en Especulativa. Dado que ya no sólo se componían de constructores, los gremios comenzaron a identificarse como Fraternidad de los Masones Libres y los Aceptados, mismo que ha conservado hasta la actualidad.


Dado que las políticas y procesos de selección eran muy rigurosos y el nivel cultural de los miembros era alto en comparación con los estándares de aquella época, pronto se convirtieron en el destino favorito de los intelectuales, mismos que al pasar a formar parte de la masonería obtenían el respaldo de un grupo influyente en la comunidad y la tranquilidad de poder discutir cualquier tema sin miedo a filtraciones o represalias de las autoridades civiles o religiosas debido al juramento de mantener el secreto que se practicaba.

Gran Logia de Inglaterra

No es la masonería una leyenda sino la resultante de fricciones de grupos humanos; unos queriendo la preponderancia social y otros defendiéndose de su explotación y tiranía.

Ya para el siglo 18 la composición de la fraternidad había cambiado por completo. Los obreros de la construcción eran pocos y el control lo tenían los intelectuales y la burguesía enriquecida con sus inventos.

 La corona Británica era de la Alemana Casa Hannover quienes para lograrlo cedieron al parlamento el control del gobierno, pero no querían que se repita la toma de poder ocurrida con Cromwell durante el gobierno de la república en 1640. Entonces resolvieron liquidar el único estorbo, la masonería Progresista con su filosofía materialista y su lucha contra la monarquía. Esto fue encomendado a los calvinistas que ya lo habían hecho en Holanda durante la lucha de los orangistas contra el Partido Republicano.

Los calvinistas fundaron con la ayuda y protección del gobierno varias logias con elementos conservadores y de algunas “Cofradías” que existían desde las épocas de las monarquías absolutistas.

En 1714, paralelo con la llegada de los Hannover al trono británico a unos siete señores que no eran Masones, reunidos con otros que sí lo eran entre los que se encontraba Desagullier (Pastor y científico amigo de Newton), pero al parecer todos socios de la Royal Society, se les ocurrió un día en Londres, en la taberna de Ganso, constituirse por sí y ante sí como Logia Masónica con el nombre de la taberna en donde se reunían. Es difícil precisar cuál era la intención inicial de la iniciativa.

El punto esencial a tener en cuenta, es que unos Masones impulsaron y crearon en 1660 la Royal Society, la que desde un principio fue una asociación dirigida a agrupar intelectuales y hombres de ciencia sin importar su ideología y que a su vez, cuando Newton ocupaba la Presidencia, algunos de sus miembros Masones y no Masones participaron en la invención de la Gran Logia de Londres.

Los Calvinistas y la Royal Society se unieron para fundar la primera Gran Logia, para los que fueron escogidas cuatro Logias de Londres  (la del Ganso, la de la Corona, la del Manzano y la del Romano) controladas por el clero calvinista y el 24 de junio de 1717 formaron la primera institución formal que regiría a la fraternidad en lo sucesivo: La Gran Logia Unida de Inglaterra. Allí se designó una Comisión para la elaboración de una  Constitución de la que participaban los pastores presbiterianos Desagulliers y Anderson.

El documento de Anderson y Desagullier, basado en las Constituciones de las Cofradías católicas medioevales, y cuyos artículos 1° y 2° son una copia idéntica a sus pares de la Constitución de la Royal Society, fue aprobado por el pleno de la Gran Logia el 24 de junio de 1723, y a partir de allí es fuente de derecho masónico y el referente internacional de la Masonería para organizarse, funcionar y reconocerse.
Para acabar con los disidentes exigían de todas las logias la sumisión al control de su Gran Logia y proclamaban como irregulares y rebeldes a las que no se sometían. Era muy simple no les firmaban la Carta Patente, que habían creado para poder decidir a qué Logia reconocer.

La persecución de los republicanos por el gobierno, contribuyó al decaimiento del movimiento en Inglaterra y provocó su traslado a Francia donde se desarrollaba la lucha antifeudal y antirreligiosa.

Eliminados los republicanos, que eran el riesgo para la monarquía, la Gran Logia se dedica a amalgamar los diferendos religiosos  entre los dos grupos monárquicos antagónicos, los protestantes alemanes de la casa de Orange y los católicos escoceses de la casa de Estuardo.

Las Constituciones afirman: Aún cuando en los tiempos antiguos los masones estaban obligados a practicar la religión que se observaba en los países donde habitaban, hoy se ha creído más oportuno, no imponer otra religión que aquella en que todos los hombres están de acuerdo, y dejarles completa libertad respecto a sus opiniones personales. Esta religión consiste en ser hombres buenos y de buenas costumbres, es decir, hombres de honor y de probidad, cualquiera que sean sus convicciones Léase bien: “El verdadero culto a Dios consiste en las buenas costumbres

A partir de allí, se trató de que la Logia sea el espacio para que los hombres se entiendan, se comprendan y construyan las bases de una sociedad mejor. Que  la Logia sea un Centro de la Unión… ya que la Logia es el Universo y su expresión simbólica más acabada….


Conclusiones

Antes que nada debo expresarles que actualmente la universalidad de la Masonería, incluyendo a la masonería femenina y las logias mixtas, nada tiene que ver con su uniformidad, así, en nuestros días, tenemos una Masonería Regular Anglosajona, con derivaciones en el mundo germano, tributaria de los que fueron sus padres fundadores: Clérigos, pastores presbiterianos, pequeños burgueses, aristócratas ilustrados y, unos años después de su constitución oficial de 1717, se agrego la nobleza con su entorno aristocrático, a la que se sumó además la gran burguesía de aquella época, enriquecida desde los primeros atisbos de la revolución industrial.

En dichos países europeos, coincidentes en su mayoría, con la practicas de las diversas modalidades de la religión cristiana, tales como la católica, la ortodoxa, la protestante, etc., y por el origen social de casi todos los miembros de sus cúpulas, creció y se desarrolló la Masonería como una fuerza eminentemente conservadora, íntimamente ligada a los poderes eclesiástico y temporal y, por lo tanto, sin verse sometida a persecuciones de ninguna clase, ni tener problemas de índole alguno para su desarrollo y consolidación. Vale decir que en la mayoría de los Estados europeos cristianos, primaba la asociación Estado-Iglesia.

Por el contrario, a fines de 1700, en las colonias americanas de la Corona Española (antiguos virreinatos), existía una realidad distinta, es decir un mundo diferente dominado por la iglesia católica, principalmente por los Jesuitas, y por las monarquías absolutistas Española y Portuguesa, es por ello que esa misma Masonería Regular fogoneada por Ingleses y Franceses nació y creció en estos territorios como hija ilegítima y prohibida, ya que estos ayudaban a los revolucionarios que fomentaban la independencia de España, para entonces poder comerciar libremente los productos generados en la revolución industrial.

La Masonería Latinoamericana de principios del Siglo XIX estaba formada por ciudadanos con los ideales de la Revolución Francesa, ansiosos de libertad, igualdad y fraternidad, algunos formados en Logias de Inglaterra o Francia, y fueron los fundadores de los actuales democracias, aunque muchos de ellos solo querían administrar sus propios peculios, sin necesariamente involucrar a la Masonería y una vez alcanzado el poder, fueran más despóticos que sus antecesores. Dando lugar a que la Masonería hispanoamericana de principios de siglo se viera obligada a mantenerse oculta, secreta y políticamente activa contra la Monarquía Española, con la formación de logias operativas que se disolvieron cuando se logró el objetivo de la independencia de España.

Las grandes Logias Latinoamericanas recién se formaron a  mediados del Siglo XIX, tomando como base las clases dirigentes nativas de ese momento, para poder contener a los inmigrantes Europeos de fines de Siglo desplazados por la revolución industrial, vender sus productos industriales a cambio de materia prima.

El crecimiento de la Masonería fue de la mano de la expansión del ferrocarril y del reparto de tierras a los nuevos inmigrantes.

También en el Siglo XIX, interviene en toda América el Imperio Prusiano, a través de Alexander Von Humboldt famoso Geografo. Humboldt terminó sus viajes por América con una visita a Estados Unidos, donde fue huésped del presidente Thomas Jefferson, gracias a los cuales Estados Unidos obtuvo información estratégica de la riqueza de México y del estado de debilidad interior que lo aquejaba, lo que permitió la guerra y la anexión de los estados del Sur.

Por otra parte la animosidad política entre Inglaterra y Francia, ambas eran las potencias con mayor presencia en el extranjero y competían por la geopolítica de la época, produce una división entre ambas Grandes Logias tildándose al Gran Oriente de Francia de “irregular”.

El examen de los acontecimientos nos revela que la ruptura de la masonería anglosajona con la masonería Latina comenzó en 1868, debido al color de la piel, cuando el Gran Oriente de Francia autorizó el reconocimiento de un cuerpo  masónico integrado por masones de raza negra en el Estado de Louisiana, a lo cual la Gran Logia de Louisiana solicitó formalmente a todas las Grandes Logias de la unión norteamericana romper relaciones con el Gran Oriente de Francia, evento que se formalizó en 1869 (8 años antes de la  excomunión proferida por la Gran Logia Unida de Inglaterra).

Por otra parte, el Gran Oriente de Bélgica que permitía las discusiones sobre temas políticos y religiosos, en el año 1872 eliminó la norma que obligaba a la invocación del Gran Arquitecto del Universo, en un intento de incluir en su seno a hombres sin discriminaciones de ninguna clase.

En 1877 el Gran Oriente de Francia adopta la política no discriminativa que había materializado, sin ningún problema, el Gran Oriente de Bélgica cinco años antes, pues eliminó de sus estatutos la obligación para sus miembros de creer en una deidad, su la voluntad revelada, en la inmortalidad del alma y prestar juramento sobre un libro sagrado; pero recibe la sanción de la Gran Logia Unida de Inglaterra: La declaratoria de irregularidad. Desde ese entonces todo el universo anglosajón completó su rechazo contra el Gran Oriente de Francia.

Las “irregulares”, se caracterizaron por permitir en sus templos el debate político (no necesariamente partidista) y religioso y, por iniciar y afiliar agnósticos y ateos. Dentro de la masonería irregular se situaron también aquellas obediencias que dieron entrada a la mujer en los trabajos de logia.

Si bien ya en el siglo XVIII, era difícil rechazar a las mujeres, puesto que ellas dirigen unos salones intelectuales - conocidas como damas francmasonas adoptadas y dinamizadoras de la cultura - donde se defendían ideas libertarias muy cercanas a aquellas de la Masonería, es en el siglo XX cuando la mujer se incorpora de lleno a los trabajos de la Masonería Especulativa en igualdad de condiciones con el hombre. Aunque el fenómeno no era nuevo, ya que existen antecedentes innegables de 6 siglos de antigüedad en los gremios medievales de la Masonería Operativa, con aprendices, compañeras y maestras de obras

Como resultado de todo ello, en la actualidad coexisten en cada país ramas masónicas (Grandes Orientes y Grandes Logias), de ideologías muy diferentes. Así, al lado de familias masónicas de corte tradicionalista conviven las radicalmente racionalistas y librepensadoras.”

La compleja situación creada por el nacimiento de las obediencias irregulares, ha perdurado hasta nuestros días. Incluso la Gran Logia de Inglaterra, sólo ha exigido la ortodoxia formal de las obediencias que auspicia y ha cerrado los ojos a la ideología de las mismas. Dicha corruptela ha dado lugar a que muchas obediencias, tenidas oficialmente por regulares estén impregnadas de un espíritu anticlerical y laicista, contrario, sin duda, a la neutralidad político-religiosa exigida por las Constituciones de Anderson.

La Masonería, que nació por la iniciativa de los hombres y mujeres del Saber y de las Artes, defendiendo el libre intercambio de los conocimientos, ha trabajado, en todos los casos, para unir a la especie humana con los lazos del amor fraternal, por liberar a los pueblos de la triple esclavitud, representada por el despotismo, la ignorancia y la miseria; y por extender a todos los ámbitos de la tierra, la tolerancia, la virtud, el progreso y la sabiduría. (6) 

Creo que es hora de debatir sobre la regularidad Masónica, para que esta esté basada en el cumplimiento de los ANTIGUOS LIMITES y no solamente en el reconocimiento de una Gran Logia en particular, por importante que esta sea. Podríamos entonces decir:



Se ha logrado el objetivo de volver a unir lo disperso.




Notas

1)      “Ordenamos que los que practican las artes enumeradas en lista adjunta, sea cual sea la ciudad que habitan, estén exentos de todos los servicios públicos, a condición de que dediquen su tiempo a aprender sus oficios. Por este medio pueden llegar a ser más provechosos y enseñar a sus hijos: Arquitectos, constructores de techos artesonados (laquerarii), yeseros, carpinteros, médicos, canteros, plateros, constructores, veterinarios, albañiles (quadratarii), oradores (barbaricarii), los que hacen pavimentos (scansores), pintores, escultores…” (Edicto de Constantino del año 337, recogido en el Código Teodosiano 13,4).


2)      PRINCIPIOS BÁSICOS CONSTITUTIVOS DE LA FRANCMASONERÍA UNIVERSAL APROBADOS EN LA ASAMBLEA GENERAL DE LOS FRANCMASONES QUE SE REUNIÓ EN PARÍS EN EL AÑO DE 1523.

1. Siete o más Francmasones, debidamente capacitados, reunidos bajo la bóveda celeste, a cubierto de la indiscreción profana, para discutir y resolver libremente, por mayoría de votos, los asuntos que les interesen colectivamente, forman una Logia Francmasónica, similar a las de la Masonería Operativa.
2. Los trabajos en Logia se verifican durante las horas libres de ocupación de los reunidos, y depreferencia entre el medio día y la media noche, bajo la dirección de un Maestro Aprobado (Presidente) y dos Celadores, también Aprobados (Vicepresidentes). Las reuniones se efectúan ante los útiles de trabajo conocidos, colocados en el Ara del Medio en la forma acostumbrada, estando resguardada la entrada al recinto de la reunión por un Guardián seguro y resuelto, y un Experto retejador de los visitantes. Todos los que desempeñan cargos son elegidos por mayoría de votos de los Francmasones reunidos, sea para una Asamblea o para un período determinado por ellos.
3. Los Francmasones reunidos en Logia, de acuerdo con las reglas y costumbres conocidas desde tiempos muy antiguos, pueden, previa averiguación respecto a los candidatos, iniciar a los profanos en los Misterios (Secretos) de la Francmasonería y examinar a los Aprendices y Compañeros para elevarlos a los grados de capacitación superiores inmediatos, tomando de ellos la promesa de fidelidad en la forma acostumbrada, ante los útiles simbólicos del Trabajo y de Ciencia y comunicándoles los signos, los toques y las palabras secretas de reconocimiento y de socorro, universales entre los Francmasones.
4. Es costumbre antigua, firme e inviolable, no admitir como Francmasones a sus enemigos naturales que son: los clérigos de las religiones, los poseedores de títulos y privilegios de las castas de la nobleza y los hombres que tienen convicciones contrarias a los principios básicos de la Francmasonería, salvo en los casos de rebeldía de estos contra la ideología de los grupos mencionados.
5. No se admiten como Francmasones los esclavos, los menores de edad y los incapacitados física y mentalmente.
6. Unión, Solidaridad y Cooperación son los principios de la organización interna de la Francmasonería Universal.
7. La inclinación al estudio y trabajo, la vida y costumbres sanas y normales, el comportamiento decoroso, el trato fraternal entre los asociados a la Francmasonería, la preocupación constante por el progreso y bienestar del género humano y su propia perfección, son distintivos de un buen Francmasón.
8. Para poseer los derechos completos del Francmasón dentro de las agrupaciones y dentro del pueblo Masónico en general, es indispensable e imprescindible escalar los tres Grados de capacitación de Aprendiz, de Compañero y de Maestro, y conocer en esencia la Leyenda no alterada de la Masonería Antigua respecto a la Construcción del Templo de Salomón; contribuir económicamente para el sostenimiento de sus agrupaciones; asistir regularmente a los trabajos de Logia; preocuparse por los hermanos enfermos, perseguidos o caídos en desgracia y por sus familiares; ayudar a loshermanos viajeros y no abusar de la confianza de nadie.
9. Son derechos esenciales de un Francmasón:
a. Voz y voto en Logia y en la Asamblea General (Gran Logia) de los Maestros Masones;
b. Elegir y ser elegido para todos los cargos dentro de sus agrupaciones;
c. Pedir la revisión de los acuerdos tomados en Logia ante la Asamblea General de los Maestros Masones;
d. Exigir en Logia la responsabilidad de los elegidos en el desempeño de sus cargos;
e. Pedir justicia Francmasónica en casos de conflictos entre los asociados a las Logias afines;
f. Formar triángulos y estrellas para trabajar Masónicamente en los lugares donde no es posible reunirse en Logia por causas de fuerza mayor;
g. Disfrutar de socorro, ayuda y protección mutua entre los Francmasones;
h. Visitar a las Logias ideológicamente afines y ocupar los puestos correspondientes a su grado de capacitación, previa identificación de su calidad de Francmasón en forma acostumbrada y segura; y
i. Pedir el Certificado de Retiro de la Logia sin explicación de causas, estando en pleno goce de sus derechos.
10. Son deberes primordiales de los Francmasones, pugnar:
a. Por el reconocimiento del principio de la separación de la filosofía de la teología;
b. Por la libertad de pensamiento y de investigación científica;
c. Por la aplicación del método científico experimental en la filosofía;
d. Por el intercambio de los conocimientos y de las prácticas entre los hombres para el bien propio y de la humanidad;
e. Por la libertad de conciencia religiosa y la prohibición absoluta a los clérigos de las religiones de inmiscuirse en los asuntos políticos;
f. Por la abolición de los privilegios de las castas de la nobleza y del clero;
g. Por la prohibición de emplear a los esclavos en los oficios de los hombres libres;
h. Por los derechos de los pueblos de gobernarse libremente, según sus leyes y costumbres;
i. Por la abolición de los Tribunales especiales de justicia del clero y de las castas de la nobleza, y el establecimiento de los Tribunales comunes, de acuerdo con las costumbres y leyes de los pueblos.

3)      Allí los reyes no podían ser déspotas como los monarcas del continente europeo; el pueblo inglés mantenía su actitud de rebeldía desde los tiempos de la invasión de los normandos y como consecuencia luchó siempre contra todas las medidas gubernamentales que efectuaban su libertad y sus intereses. En el año de 1215, el rey Juan sin Tierra fue obligado a firmar un compromiso para respetar los derechos de los hombres libres de su reino. Las promesas fueron hechas constar en un Acta de 63 artículos que se llamó desde entonces, La Carta Magna y el rey juró entre otras cosas que no se cobrará ningún tributo pecuniario sino por el consejo común de su reino y que ningún hombre libre sería detenido, reducido a prisión, extrañado, desterrado o castigado de cualquier modo sino en virtud de juicio regular de sus pares y conforme a la costumbre del país. Esto dio origen al Parlamento que se componía principalmente de los grandes dignatarios del reino, obispos y barones; pero a fines del siglo XIII, dispuso que también que cada ciudad mandase a estas reuniones a dos burgueses y cada Asamblea de condado por elección dos caballeros.

4)      Hacia inicios del siglo VIII en Francia se ve aparecer el tipo de abab laico, es decir, un superior de monasterio que no ha pasado por la vía eclesiástica. Carlos Martel alienta esta tendencia; bajo su reinado, se empieza a hablar mucho de un Maestro de Obras llamado Mamon Grecus, encargado de iniciar a los artesanos franceses en la albañilería. Directamente llegado de Oriente, habría llevado en su equipaje el antiguo simbolismo. No se trata, a mi entender, de una oposición marcada contra la Iglesia sino más bien una voluntad de independencia de las sociedades iniciáticas con respecto a todas las demás instituciones.

Bajo los merovingios, de 428 a 751, los artesanos se agruparon poco a poco, en las ciudades. La orfebrería es muy apreciada y los maestros fabrican numerosos objetos valiosos para la corte real.
Cuando Carlomagno[8] es coronado emperador en diciembre de 800, concibe la idea de un imperio grandioso en el que el arte, la política y la religión no estén disociados. Dora de nuevo el blasón de los monasterios donde exige, con la mayor diplomacia, que sean formados educadores, arquitectos, y administradores. Preñados de amor a Dios y respeto por el hombre, los monjes carolingios acogieron a los artesanos llegados de Oriente Próximo y será el nieto de Carlomagno, Carlos el Calvo, quien favorecerá la expansión de las cofradías de albañiles.

Durante todo el siglo IX la expansión de las abadías benedictinas siguen la austera regla de san Benito[9] y protegen a los artesanos sin restricción alguna. Los benedictinos reúnen una enorme masa de textos antiguos que se refieren a la arquitectura, la astrología, la medicina y las más diversas ciencias; los maestros de obras, educados en semejante clima, son cada vez más instruidos y abren su espíritu en contacto con los monjes que dirigen su vida espiritual.

Así, los esfuerzos realizados durante el periodo que va del siglo IV a comienzos del X se concretan de dos modos: primero, con la apertura de la primera gran escuela de canteros del Mont-Saint-Michel, luego con la fundación de la Orden monástica de Cluny[10], en 909. Cuando las obras de edificación de la enorme abadía se inician, los cluniacenses se referirán a la enseñanza pitagórica, que conocen perfectamente, y construirán los edificios de acuerdo con medidas simbólicas. Del geómetra griego a la gran abadía occidental, se transmiten los secretos iniciáticos de los constructores. Esta vez, todo está en su lugar para permitir el inicio de la época de las catedrales



5)      LA CUESTIÓN DEL GÉNERO EN LA MASONERÍA.

En la antigüedad, era común la presencia de la mujer en las órdenes iniciáticas y ciertos autores indican que en las primeras logias Masónicas operativas se han encontrado ocasionalmente unas mujeres. Después, la Masonería se organiza y se vuelve exclusivamente masculina.

En el siglo XVIII, era difícil rechazar a las mujeres, puesto que ellas dirigen unos salones intelectuales donde se defendían ideas libertarias muy cercanas a aquellas de la Masonería. En 1744, el Caballero de Beauchêne crea una Masonería femenina de 4 grados. Esas logias femeninas tomaron tanta importancia a partir de 1.760 que el Gran Oriente de Francia decide regularizar esta situación, creando unas «logias de adopción» con un ritual particular. Las grandes Damas del Reino francés se afilian con entusiasmo.

Después de la Revolución, las logias de adopción toman un desarrollo importante bajo el impulso de la Emperatriz Josephine de Beauharnais, esposa de Napoleón, miembro de una logia parisina de adopción. En 1.805, ella dirige una tenida en Strasbourgo en la logia: «Imperial de Adopción de los Francos Caballeros»; pero, las logias femeninas de adopción declinan bajo la restauración monarquista.

La Gran Logia Nacional de Francia ha constituido unas Logias femeninas y ha favorecido la autonomía de la «Gran Logia Femenina de Francia», constituida exclusivamente por mujeres. La obediencia mixta «el Derecho humano» es creada en 1.894 bajo el impulso de Marie Deraisme con el concurso de Georges Martin; los oficiales son elegidos entre los dos sexos. En 1.901, el Derecho Humano se vuelve una asociación internacional que cuenta hoy con 40 federaciones.

El siglo XX presencia un acontecimiento importante al interior de la Orden: la mujer se incorpora de lleno a los trabajos de la Masonería Especulativa en igualdad de condiciones con el hombre. Aunque el fenómeno no era nuevo, ya que existe antecedentes importantes en la Masonería Especulativa desde el siglo XVIII, especialmente en Francia y España. Y contaba con precedentes innegables de 6 siglos de antigüedad en la Masonería Operativa. El Manuscrito Regio de 1380 menciona las características, la fuerza y la difusión.

6)     EL MANUSCRITO DOWLAND.

La Biblia relata, en el cuarto capítulo del Génesis, que antes del Diluvio de Noé había un hombre llamado Lamec y que este hombre tuvo dos esposas, una llamada Adá y otra llamada Silá. Adá engendró dos hijos varones, Yabal y Yubal, y su segunda esposa Silá un varón y una mujer. Estos cuatro hijos fundaron todas las ciencias del mundo. Tal como se relata en el antedicho capítulo, el hijo mayor Yabal fundó la ciencia de la Geometría, llenó los campos con rebaños de ovejas y corderos y fue el primero en construir una casa de piedra y madera. Su hermano Yubal fundó la ciencia de la Música, el canto, el arpa y el órgano. El tercero de los hermanos, Tubal-Caín fundó el oficio de la herrería con oro, plata, cobre, hierro y acero; y la hija fundó el oficio de Tejer.

 Y como sabían que Dios se tomaría su venganza por el pecado, ya fuese por fuego o por agua, escribieron su conocimiento en dos pilares de piedra para que pudiera ser encontrado después del Diluvio de Noé. Uno era de mármol, para que no pudiese ser destruido por el fuego y el otro de latastro (clepped lanters) para que no pudiese ser disuelto por las aguas. Nuestra intención es dar verdadera cuenta acerca de cómo y en qué manera fueron encontradas estas piedras y acerca del conocimiento que llevaban escrito. El gran Hermarines, hijo de Cubys, el cual era hijo de Sem, a su vez hijo de Noé, posteriormente llamado Hermes el padre de los hombres sabios, fue quien encontró uno de los dos pilares de piedra, descubrió el conocimiento que allí estaba escrito y lo enseñó a otros hombres.

Hay mucho trabajo de Masonería en la construcción de la Torre de Babilonia. El Rey de Babilonia, cuyo nombre era Nemrod, bajo la petición de su primo el Rey de Nínive, mandó allí sesenta Masones y les dio, entre otras, estas órdenes: que fuesen fieles los unos con los otros y se amasen verdaderamente, y que sirvieran noblemente a su señor para el justo merecimiento de su paga, y para que su maestro pudiera ser venerado por ello y recibir sus honores. Así fue como la Masonería recibió su primer encargo.

Por otra parte, Abraham se fue con su esposa Sara a Egipto, y enseñó las Siete Ciencias a los Egipcios. Tuvo un insigne discípulo de nombre Euclides. Éste aprendió muy bien y fue maestro de las siete Ciencias Liberales. Y ocurrió en aquellos tiempos que los señores del reino tuvieron gran cantidad de descendencia con sus mujeres y con otras mujeres del reino, pues aquel era un pueblo fecundo y fértil. Y el no tener medios de vida dignos para sus hijos era un grave problema. Entonces, el Rey creó un gran Consejo y celebró un parlamento con el propósito de buscar alguna forma para que sus hijos pudieran vivir honestamente cual caballeros. Y no pudiendo encontrar ninguna, fueron pidiendo ayuda por todo el reino, por si había alguien que pudiese y quisiera ir a instruirles, afirmando que sería tan bien recompensado por su trabajo que a buen seguro lo haría de muy buen grado. Después de haber lanzado esta petición, llegó el ilustre Euclides y les dijo al rey y a sus grandes señores: "Si queréis, entregadme a vuestros hijos para que los eduque y los instruya sobre una de las Siete Ciencias, con lo que podrán vivir tan honestamente como los caballeros, con la condición de que me otorguéis el poder de gobernarlos respecto a la forma en que esta Ciencia debe ser ejecutada". Y el Rey y todo su Consejo le otorgaron sin más demora todo lo que pedía y sellaron el acuerdo. Y este ilustre Doctor tomó a los hijos de aquellos señores y les enseñó la práctica de la ciencia de la Geometría, les enseñó todas las formas de trabajar la piedra necesarias para construir iglesias, templos, castillos, torres, feudos y cualquier otra clase de construcción, y les dio estas órdenes: Ante todo debían ser leales al Rey y a su señor. Debían ser leales entre ellos y amarse los unos a los otros. Debían llamarse entre ellos compañero o hermano, nunca criado ni bellaco o cualquier otro nombre grosero. Debían ser merecedores de la paga de su señor o de su maestro. Debían ordenar maestro al mejor de todos ellos y no hacerlo por favoritismo o por su noble linaje; ni para obtener riquezas o favores dejar que fuese ordenado maestro alguien que no estuviese capacitado para ello de forma que su señor quedase mal servido para vergüenza de todos. Además, debían llamar a su capataz Maestro, mientras estuviesen trabajando con él. Y aún otros muchos deberes que tomaría mucho tiempo enumerar. Y les hacía tomar compromiso del cumplimiento de estos deberes con un importante juramento tal como era usual en aquellos tiempos, y les ordenó que vivieran honestamente de acuerdo al salario que ganaban. Asimismo, debían reunirse todos una vez al año, para discutir sobre cómo servir mejor a su señor y al culto mismo, y para castigar a aquél que de entre ellos hubiese transgredido los deberes en perjuicio de la ciencia. Y así fue como se estableció esta ciencia a la cual el ilustre Señor Euclides dio el nombre de Geometría y que ahora se llama por todo el reino, Masonería.

Mucho tiempo después, cuando los Hijos de Israel fueron a la Tierra Prometida, lo que ahora llamamos País de Jhrim, el Rey David comenzó la construcción del Templo que allí se llama Templo de E-Dnin-Ih y que nosotros conocemos como Templo de Jerusalén. El Rey David tenía a los Masones en gran estima y les pagaba muy bien. Y les dio los deberes que había aprendido de Euclides en Egipto, junto con otras órdenes que oiréis más adelante. Después de la muerte del Rey David, Salomón, su hijo, terminó el Templo que su padre había comenzado, y mandó a buscar masones a diversas tierras y países. Reunió a cuatrocientos trabajadores de la piedra, todos ellos Masones. Y de entre ellos escogió a trescientos, a los que ordenó maestros y directores de su obra. Además, en otra región había un Rey llamado Jirán que apreciaba mucho al Rey Salomón y le dio madera para su obra. Éste tenía un hijo llamado Aynon que era Maestro de la Geometría y fue el Gran Maestro de todos los Masones, y fue Maestro de todos los grabados y relieves y de todos los trabajos que la Masonería obró en el Templo. El tercer capítulo del libro de Reyes de la Biblia da testimonio de ello. Salomón confirmó tanto los deberes como las maneras que su padre había dado a los Masones. Y así fue como se estableció la honorable ciencia de la Masonería en la tierra de Jerusalén, y en muchos otros reinos.

Muchos hombres de este oficio viajaron curiosos y aventureros a otras tierras, algunos buscando más conocimientos y otros para enseñar el oficio a los ignorantes. Uno de ellos, llamado Maymus Grecus, que había estado en la construcción del templo de Salomón fue a Francia y se encontró con Carlomagno. A éste le gustaba la ciencia y quiso aprender de él. Posteriormente asumió asimismo los deberes y las maneras. Después, por la gracia de Dios, fue elegido Rey de Francia. Durante su reinado tomó Masones y otros hombres sin oficio y los hizo Masones. Les dio trabajo, los deberes y las maneras, y una buena paga, tal como había aprendido de otros Masones. Y les proporcionaba todos los años una carta magna para que pudiesen reunirse donde quisieran, y les tenía en gran estima. Así fue como esta ciencia se estableció en Francia.

En Inglaterra no hubo Masonería en todo este tiempo hasta la época de San Albones. En sus días, el Rey de Inglaterra que era Pagano, construyó una muralla alrededor del pueblo llamado San Albano quien era un honorable Caballero administrador de la Casa Real y tenía poder sobre el reino, y por lo tanto también sobre la construcción de la muralla. Tenía a los Masones en muy buena estima. Les pagaba muy bien, como la categoría de su reino se merecía, puesto que les daba dos chelines y seis peniques a la semana, y tres a los peones. Hasta que San Albones lo enmendó, en aquellos días y por aquellas tierras, un Masón no ganaba más que un penique al día y su comida. También les proporcionó una carta magna del Rey y su Consejo para celebrar un consejo general, al que llamó Asamblea y a la que él mismo asistía, ayudaba a ordenar Masones y les daba los deberes, como oiréis más adelante. Justo después de la muerte de San Albones, el reino de Inglaterra mantuvo varias guerras con otras naciones que destruyeron el buen trabajo de la Masonería; y esto duró hasta la época del Rey Athelstone que fue un Rey muy importante para Inglaterra a la que devolvió la paz y el sosiego. Apreciaba a los Masones y construyó grandes obras: Abadías, Torres y otras diversas construcciones. Tenía un hijo llamado Edwin que apreciaba a los Masones aun más que su padre y era un excelente practicante de la Geometría. Le gustaba mucho hablar y convivir con los Masones y aprender su ciencia, por lo que posteriormente fue hecho Masón y obtuvo del Rey, su padre, una carta magna y el Encargo de celebrar una Asamblea cada año en el lugar que quisieran dentro del reino de Inglaterra para castigar las faltas y transgresiones contra la ciencia de los que de entre ellos las hubiesen cometido. Él mismo celebró una Asamblea en York y ordenó Masones en ella, dándoles los deberes y enseñándoles las maneras; y les ordenó que todo ello fuera preservado para siempre, estableciendo la ordenanza de que se transmitiera de Reinado en Reinado. Y estando reunida la asamblea preguntó a todos los antiguos y nuevos Masones su tenían algún escrito o noción de los deberes y maneras que hubiese podido haber en el pasado en su reino o en algún otro, y que si así fuere, era su deber mostrarlas a todos. Y se vio que unos se habían encontrado en Francés, otros en Griego, en Inglés o en otras lenguas, y que todos eran uno. Entonces lo escribió en un libro junto con la historia del inicio de la ciencia. Y él mismo ordenó que todo ello debería leerse o recitarse cuando se ordenase algún Masón, para darle sus Deberes. Y desde entonces hasta nuestros días, las maneras de los Masones se han preservado de esta forma, así como los hombres que los gobiernan. Además, diversas Asambleas han añadido ciertos deberes siguiendo el buen consejo de Maestros y compañeros.



Bibliografia
*      HERÁLDICA, SIMBOLISMO Y USOS TRADICIONALES DE LAS CORPORACIONES DE OFICIO; LAS MARCAS DE CANTEROS, Extractado de: Javier Alvarado Planas, Madrid, 2009, pp. 13-22
*      HISTORIA MASONICA - Jorge A. Butler M. y Eduardo Mendoza Silva
*      LA LOGIA COMO CENTRO DE LA UNIÓN - José R. Otazo Martínez
*      GUIDE ACIEREUX que ocupo durante más de veinte años la Secretaría del Supremo Consejo de la Francmasonería de Francia quien tuvo bajo su cuidado los Archivos Secretos más importantes de esta Institución Universal que sostuvo relaciones con todos los Centros más importantes de cultura de su época, sus obras sobre el origen, la filosofía y la Historia de la Francmasonería son consideradas como las fuentes más autorizadas.
*      TEORÍAS ACERCA DEL ORIGEN DE LA FRANCMASONERÍA - Por John Hamill
*      HISTORIA DE LA MASONERÍA - Iván Herrera Michel,
*      LIBRO DEL PRIMER GRADO  - Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones (1975)
*      LOS MASONES EN LOS MONASTERIOS MEDIEVALES – Diario Masónico
*      LA VERDADERA HISTORIA DEL R.E.A.Y A. - Ramón Espadas y Aguilar
*      ¿QUE ES LA FRANCMASONERIA PRIMITIVA? – Charles Pompier


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